El hombre de la electricidad

Un ex campeón de rodeo se encuentra en una situación desalentadora, utilizando sus habilidades ecuestres no para competir, sino para promocionar un cereal de desayuno en un espectáculo deslumbrante de Las Vegas. La vida que solía llevar, llena de adrenalina y gloria, ha sido reemplazada por la rutina monótona de un show que, aunque colorido y lleno de luces, no puede ofrecerle la satisfacción que anhela. La travesía de este personaje se vuelve una reflexión sobre la caída y el renacer, ya que aunque se encuentra en un escenario de fama y extravagancia, su alma anhela la autenticidad de la vida que dejó atrás.

El espectáculo, con su ritmo frenético y su estética llamativa, contrasta drásticamente con las luchas internas del protagonista. En la cima de todo esto, se le presenta la oportunidad de montar un caballo valorado en 12 millones de dólares. A primera vista, parece un sueño hecho realidad, pero a medida que profundiza en el trabajo, descubre que el caballo está siendo dopado para mantenerlo dócil, lo que complica su situación y despierta viejos traumas. Este descubrimiento no solo lo enfrenta a la corrupción en el mundo ecuestre, sino que también lo obliga a cuestionar la ética de los que lo rodean, desde los organizadores del espectáculo hasta quienes están detrás de la industria.

A lo largo de la historia, se desarrollan relaciones interpersonales complejas. Su conexión con el caballo se convierte en un símbolo de su propia lucha por la libertad y autenticidad. Mientras tanto, encuentra apoyo en otros artistas del espectáculo, algunos de los cuales han sucumbido a la superficialidad de la fama, pero otros aún mantienen una chispa de esperanza y autenticidad. La relación con su equipo y su nueva familia adoptiva en Las Vegas le permite al protagonista redescubrir su pasión por la equitación y su deseo de luchar por lo correcto. Sin embargo, esta búsqueda lo llevará a confrontar no solo a quienes explotan al caballo, sino también a los demonios de su propio pasado.

Con una lenta pero constante evolución, el ex campeón comienza a ponderar su verdadero valor, tanto como jinete como ser humano. En este escenario lleno de luces brillantes y sombras oscuras, su viaje se convierte en un testimonio de resistencia, redención y la lucha entre la ambición y la integridad, haciendo que cada ciclo en el rodeo de su vida sea más significativo.