Aguas Oscuras

Dahlia Williams y su hija Cecelia se mudan a un viejo y destartalado edificio de apartamentos en la isla Roosevelt de Nueva York, buscando refugio tras un doloroso proceso de custodia. La reciente separación de Dahlia la deja atrapada en una lucha emocional, pero su prioridad es ofrecer a su hija un hogar seguro y cercano a una buena escuela. Sin embargo, la realidad es que el apartamento es todo lo que puede pagar, un recordatorio constante de los sacrificios que ha tenido que hacer.

Desde su llegada, el ambiente en el edificio es inquietante. A medida que se instalan, comienzan a ocurrir sucesos inexplicables que desatan el miedo en ambas. Un goteo constante proviene del techo en el único dormitorio, y extraños ruidos provenientes del apartamento de arriba, que parece estar deshabitado, no hacen más que intensificar la sensación de que algo oscuro acecha en la sombra. Estas experiencias inquietantes provocan que Dahlia se sienta cada vez más ansiosa, atrapada no solo en un apartamento que no se siente como hogar, sino también en sus propios recuerdos dolorosos.

A medida que avanza la historia, la relación entre madre e hija se convierte en un hilo conductor poderoso. La lucha emocional de Dahlia se entrelaza con la inocencia perdida de Cecelia, cuya vida se ve marcada por la disputa entre sus padres. El trauma del pasado se manifiesta a través de la presencia de un espíritu que parece tener una conexión con el lugar, revelando secretos que han estado enterrados durante mucho tiempo. La historia explora temas de pérdida y redención, así como el impacto de la oscuridad en una relación que ya está fracturada.

El misterio detrás de la entidad que acecha el edificio se va desvelando lentamente, revelando un entramado de historias no contadas y elementos de tragedia. A medida que la tensión aumenta, las dos protagonistas se ven obligadas a confrontar no solo los fantasmas del edificio, sino también los de su propia historia familiar. La superación de estos obstáculos se convierte en una lucha por la supervivencia, donde el amor entre madre e hija se transforma en su mayor fuente de fuerza.

El viaje de Dahlia y Cecelia a través del miedo y la adversidad pone de relieve la resiliencia del lazo materno, haciendo que cada revelación sobre el pasado y el presente resuene con una intensidad emocional que deja al espectador al borde de la angustia. ¿Podrán finalmente encontrar la paz en medio del caos, o las sombras del pasado seguirán persiguiéndolas?