Solo en casa

Un niño travieso de ocho años, olvidado accidentalmente en casa, debe defender su hogar de una pareja de ladrones en la víspera de Navidad. Es la época navideña y la familia McCallister se prepara para unas vacaciones en París, Francia. Sin embargo, el más joven de la familia, Kevin (Macaulay Culkin), se mete en una pelea con su hermano mayor Buzz (Devin Ratray) y es enviado a su habitación, que se encuentra en el tercer piso de su casa. La mañana siguiente, mientras el resto de la familia corre para llegar a tiempo al aeropuerto, se olvidan por completo de Kevin, quien ahora se encuentra en casa solo.

Al principio, estar solo le parece a Kevin una aventura divertida: se deleita con una pizza gigante para él solo, salta en las camas de sus padres y disfruta de la libertad de hacer lo que quiere. Pero la diversión pronto se convierte en un reto cuando descubre que dos ladrones, Harry (Joe Pesci) y Marv (Daniel Stern), están planeando robar su casa en la víspera de Navidad. La valentía de Kevin brilla a medida que decide enfrentarse a ellos en lugar de esconderse.

Con ingenio y creatividad, Kevin utiliza recursos improvisados para defender su hogar, creando una serie de trampas ingeniosas que desafían a los criminales a cada paso. Desde canicas en las escaleras hasta cubos de pintura y trampas con cera, cada trampa refleja su astucia. A medida que los ladrones caen, se convierten en víctimas de la imaginación desbordante y el ingenio de Kevin, lo que añade una capa de humor a la tensión.

La película también aborda temas de familia y pertenencia, ya que Kevin, al principio resentido por ser el ‘chico pequeño’ de la familia, se da cuenta de lo que realmente significa tener un hogar y una familia que le cuida. Su travesura se convierte en una lección sobre la importancia de la familia y la protección del hogar, mostrando un crecimiento significativo en su carácter.

En medio de la risa y el caos, la historia de Kevin se convierte en una celebración de la resiliencia infantil, llevándonos a reflexionar sobre cómo, incluso en la soledad, podemos encontrar nuevas formas de valorarnos a nosotros mismos y afrontar los desafíos que se presentan. La emoción y el humor se entrelazan en esta historia entrañable que ha capturado los corazones de generaciones, convirtiéndola en un clásico navideño que se disfruta en familia.