Dredd

En una violenta ciudad futurista donde la policía tiene la autoridad de actuar como juez, jurado y verdugo, un policía se une a un aprendiz para desmantelar una banda que distribuye la droga que altera la realidad, SLO-MO.

América en el futuro es una tierra devastada por la radiación. En su costa este, que se extiende desde Boston hasta Washington D.C., se encuentra Mega City One, una vasta y peligrosa metrópoli donde los criminales reinan en las caóticas calles. La única fuerza de orden son los policías urbanos llamados «Jueces», que poseen los poderes combinados de juez, jurado y verdugo instantáneo. Temido y respetado por todos, Dredd es el Juez definitivo, enfrentándose a la última plaga de la ciudad: una peligrosa epidemia de drogas que ha convertido a «Slo-Mo» en un fenómeno entre los adictos, quienes experimentan la realidad a una fracción de su velocidad normal.

En un día rutinario de trabajo, Dredd recibe la misión de entrenar y evaluar a Cassandra Anderson, una novata con extraordinarias habilidades psíquicas gracias a una mutación genética. Esta asignación se torna crítica cuando un crimen atroz los lleva a un vecindario donde los demás Jueces rara vez se atreven a ir: un slum vertical de 200 pisos, controlado por Ma-Ma, una prostituta convertida en jefa del narcotráfico, y su despiadada banda. La misión se complica rápidamente cuando logran capturar a uno de los integrantes más cercanos de Ma-Ma, lo que provoca que ella tome el control del centro de operaciones del edificio y desate una guerra sucia y brutal contra los Jueces.

Mientras el número de víctimas aumenta y sus opciones de escape se reducen, Dredd y Anderson se ven obligados a enfrentarse a las adversidades y a luchar en una batalla implacable por su supervivencia. A medida que avanza la historia, la relación entre Dredd y Anderson se desgasta, pero también se fortalece, mostrando un desarrollo de personajes en medio de un entorno hostil. Los temas de la justicia, el poder y la lucha personal son explorados en esta narrativa tensa y cargada de acción que desafía la moralidad en un mundo donde la línea entre el bien y el mal está borrosa. La atmósfera opresiva y las secuencias de acción visceral mantienen al espectador al borde del asiento, mientras el relato de Dredd y Anderson se convierte en una lucha por no solo impartir la ley, sino también por encontrar su propia humanidad en un mundo desolado.