Ir de muelle a muelle

Dos pícaros sin rumbo atacan y hostigan a mujeres, roban, asesinan y, en ocasiones, utilizan su encanto o habilidad para luchar y escapar de problemas. Se adueñan de todo lo que los personajes burgueses valoran: ya sean autos, tranquilidad o incluso sus propias hijas. En medio de este caos, Marie-Ange, una peluquera cínica y pasiva, decide unirse a ellos como amante, cocinera y madre confesor. Su vida, marcada por la desaprobación y el desengaño, se ve alterada por la adrenalina que ofrecen estos hombres peligrosos.

A medida que se involucra más con los dos criminales, Marie-Ange comienza a descubrir una parte de sí misma que había estado dormida. A pesar de sus inclinaciones hacia el caos, su deseo por alcanzar un placer sexual que parece inalcanzable la empuja a navegar por una vida llena de conflictos morales y emocionales. Busca una conexión auténtica, aunque se encuentra atrapada en un mundo donde la violencia y el desamor imperan.

Los matices de la narrativa exploran la complejidad de la naturaleza humana, donde el amor y el miedo se entrelazan, haciendo que las decisiones de los personajes sean cada vez más cuestionables. Marie-Ange, en su búsqueda de placer y autoafirmación, va más allá de ser simplemente una víctima, ya que poco a poco transforma su rol en la dinámica del trío. En lugar de ser una mera observadora, se convierte en un catalizador de los eventos que se desarrollan, lo cual desafía las expectativas del público.

La película destaca temas de la lucha por la identidad y la liberación personal en un entorno que parece asfixiante. El humor oscuro se entrelaza con la violencia, creando una atmósfera inquietante y a la vez intrigante. La narrativa inducida por los personajes varados entre el absurdo y la realidad ofrece una reflexión sobre el placer y la autodestrucción, guiando a los espectadores en un viaje emocional que desafía la noción tradicional de amor y amistad.

Marie-Ange se convierte en un símbolo de resiliencia y deseo en un mundo que le niega ambas cosas, mientras los dos pícaros, aunque inmersos en su propia anarquía, revelan con cada acción las grietas de su propia humanidad. La tensión entre su mundo oscuro y su búsqueda de placer otorga a la película una complejidad que seguramente dejará una marca duradera en aquellos que se atrevan a seguirla.