La jaula de las locas

Armand Goldman es el orgulloso propietario de un popular club de drag en South Beach, Miami, donde el entretenimiento y la extravagancia reinan en cada espectáculo. Armand lleva una vida feliz junto a su amante de larga data, Albert, quien brilla en el escenario como Starina, una estrella de drag que es la sensación del nightclub. La vida de ambos da un giro inesperado cuando su hijo Val, producto de una relación heterosexual de Armand hace 20 años, regresa a casa con una importante noticia: se va a casar.

Val, preocupado por la reacción de su prometida Barbara Keeley, hija del influyente senador Kevin Keeley –cofundador del Comité para el Orden Moral–, decide que es mejor que sus padres oculten su verdadera identidad para no provocar un escándalo. Armand y Albert, a regañadientes, aceptan el juego de aparentar ser una familia tradicional y heterosexual frente a los conservadores padres de Barbara. La situación los coloca en un dilema hilarante, ya que deben mantener sus verdaderas personalidades y el vibrante espíritu de su vida en el club mientras se enfrentan a la ética estricta y las creencias rígidas de la familia Keeley.

Los desastres cómicos no tardan en llegar, desde la planificación de la cena hasta la llegada inesperada de los Keeley, donde el caos se apodera de la escena. A medida que las tensiones aumentan, Armand y Albert deben maniobrar con astucia para mantener la fachada mientras luchan internamente con su propia autenticidad y orgullo. Los personajes son profundamente entrañables y su evolución se desarrolla a lo largo de la trama: Val, que busca el amor y la aceptación de su familia biológica, se enfrenta a un dilema de lealtades; Armand, que es un padre comprensivo pero a la vez temeroso de perder la conexión con su hijo, y Albert, cuya vulnerabilidad añade una capa emocional tanto a la comedia como al drama.

Bajo la broma constante y los enredos, la historia ahonda en temas de identidad, aceptación, y las complejas dinámicas familiares que a menudo desafían las normas sociales. El desenlace refleja una revelación impactante sobre la importancia de ser fiel a uno mismo y el valor del amor en sus múltiples formas. La película es un viaje de risas y reflexiones que resonará en cualquier espectador que haya enfrentado el desafío de reconciliar su vida con las expectativas externas.