Dios no hace leyes

En la pequeña ciudad de Rockwell, un extraño suceso ha dejado a sus habitantes atrapados en el tiempo desde un horrible accidente de autobús que ocurrió hace diecisiete años. La vida en este apacible lugar se detuvo repentinamente ese día, y las personas han mantenido su apariencia y comportamientos como si el tiempo no hubiera pasado. Sin embargo, la llegada de un nuevo joven al pueblo podría cambiarlo todo.

Hawk Kodiak es un adolescente con un pasado complicado que acaba de salir de una instalación juvenil y se muda a Rockwell para vivir con Eddie Palmer, el dueño de un diner local. Hoja naja en su llegada, Hawk lleva consigo un balón de baloncesto y una mezcla de esperanza y desconfianza. A bordo de un autobús, se dirige a la ciudad, donde rápidamente forma una amistad con Joey Larch, un chico del lugar que se convierte en su primer aliado.

Al ingresar a la escuela secundaria, Hawk se encuentra con Colbie Palmer, la sobrina de Eddie, quien lo lleva a casa después de la clase. Colbie, curiosa y amable, ve en Hawk a alguien que podría ser más que un simple enigma. Sin embargo, la vida de los jóvenes en Rockwell no es sencilla, ya que las sombras del pasado siguen pesando sobre ellos. Éste es el caso de Johnny Stumbles, el único sobreviviente del fatídico accidente de autobús que cobró la vida de su equipo de voleibol, un evento que marcó a la comunidad profundamente.

A medida que Hawk se adapta a su nueva vida, comienza a descubrir los secretos que envuelven a Rockwell. La realidad de que el tiempo se detuvo tras el accidente pesa sobre la comunidad, que ha estado en un estado de estancamiento. Sin embargo, la llegada de Hawk inicia un proceso de transformación. Atraído por la pasión por el baloncesto, se une a Joey y Johnny en un juego informal. Este simple acto, que reúne a jóvenes que cargan con sus propias batallas, sirve como catalizador para que las cosas comiencen a cambiar en la ciudad.

En un entorno donde el tiempo parece no existir, las interacciones entre los personajes permiten que Hawk se convierta en un agente de cambio, enfrentando no solo su propia historia, sino también ayudando a Rockwell a dar pasos hacia el futuro. A medida que se profundiza la amistad entre Hawk, Joey, Colbie y Johnny, la ciudad comienza a despertar de su letargo, desafiando las normas del tiempo y la fatalidad que los ha mantenido cautivos. La pregunta que queda es: ¿podrán romper el ciclo y permitir que el tiempo avance una vez más?