Una casa desconectada

Malcolm y Kisha se mudan a la casa de sus sueños, solo para descubrir que un demonio también reside allí. A medida que Kisha es poseída, Malcolm, decidido a mantener su vida sexual en orden, recurre a un sacerdote, a una psíquica y a un equipo de cazafantasmas para encontrar una solución. Todo comienza en octubre de 2012, cuando se encuentra un material de video en el hogar de Malcolm Johnson, cuyas grabaciones siguen sin explicar. La historia se cuenta en forma de flashback. Durante el verano de 2012, Malcolm y Kisha comienzan a vivir juntos, formando una vida aparentemente feliz.

Una noche, Kisha comienza a notar fenómenos inexplicables que la convencen de que su casa está embrujada por fantasmas. Para pacificar sus miedos, Malcolm decide contratar a un equipo de grabación que filme dentro de la casa día y noche, esperando que la presencia de las cámaras pueda justificar lo que está ocurriendo. Sin embargo, una noche, mientras están siendo filmados, Malcolm y Kisha tienen relaciones sexuales a pesar de las reservas de Kisha con respecto a ser grabada. Al revisar la grabación al día siguiente, se sorprenden al notar varios fenómenos paranormales captados por la cámara.

Ante esta nueva evidencia, Malcolm se siente presionado a vender la casa, pero se enfrenta a un mercado inmobiliario lento que no le deja muchas opciones. Decidido a revertir la situación, recurre a la ayuda de una psíquica que llega a investigar los misteriosos sucesos. La tensión aumenta cuando Kisha confiesa haber hecho un trato con el diablo a cambio de un par de zapatos, lo que explica en parte las extrañas manifestaciones que experimentan.

A medida que la historia avanza, se exploran temas como la confianza en las relaciones y el miedo a lo desconocido. Malcolm intenta mantener su vida como antes, enfrentándose a la incomodidad de la situación actual, mientras Kisha lidia con sus propias luchas internas y la influencia oscura que la rodea. La dinámica entre ambos personajes se ve afectada, cada uno lidiando a su manera con la influencia del demonio y la presión externa. La combinación de terror y comedia deriva en una experiencia única, manteniendo a la audiencia al borde de sus asientos, mientras se cuestionan si el amor puede superar incluso las fuerzas más oscuras.