Clímax

Un grupo de bailarines franceses se reúne en un remoto y vacío edificio escolar para ensayar en una noche invernal. La celebración que dura toda la noche se transforma en una pesadilla alucinatoria cuando descubren que su sangría está mezclada con LSD.

En la mitad de los años 90, veinte bailarines urbanos de Francia se unen para un ensayo de tres días en un internado cerrado, situado en el corazón de un bosque, donde buscan compartir una última danza juntos. La atmósfera es eufórica, una mezcla de esperanza y nostalgia, ya que todos saben que este podría ser uno de sus últimos momentos de conexión auténtica como grupo. Después de los ensayos, deciden organizar una fiesta alrededor de un gran tazón de sangría, deseosos de celebrar su arte, su amistad y el efímero paso del tiempo.

Sin embargo, lo que comienza como una noche de alegría pronto se convierte en un torbellino de locura y confusión. Mientras el ambiente se electrifica, los bailarines sienten cómo una extraña locura se apodera de ellos. Aunque tienen la certeza de que han sido drogados, no pueden identificar quién ha hecho tal cosa ni por qué. A medida que la música se intensifica, su percepción de la realidad se desvanece, y lo que antes era una celebración se transforma en una lucha con sus propias neurosis y psicosis.

Cada personaje comienza a experimentar su propio viaje, mientras algunos se sienten transportados a un paraíso de creatividad y libertad, otros son arrastrados hacia un infierno de miedo y desesperación. Las interacciones, que al principio son juguetonas y llenas de camaradería, se tornan tensas y erráticas, revelando secretos, conflictos y traumas ocultos que llevan tiempo reprimidos. La noche se convierte en un laberinto visual y emocional donde los límites de la amistad y la rivalidad se desdibujan.

Con el aumento del ritmo hipnótico de la música, los bailarines se ven forzados a confrontar sus más profundos deseos y miedos. Las proyecciones de sus ansiedades se presentan de manera visceral, llevándolos a un clímax donde la danza deja de ser solo movimiento físico y se convierte en una lucha por la supervivencia emocional. La experiencia colectiva se transforma en un viaje introspectivo que cuestiona la naturaleza del arte, la amistad y el costo del éxito, todo mientras el bosque acechante los rodea, oculto en una neblina de misterio y peligro.