La toma de Deborah Logan

Una anciana que lucha contra la enfermedad de Alzheimer acepta que un equipo de filmación documente su condición, pero lo que descubren resulta ser algo mucho más siniestro. Lo que comienza como un conmovedor documental médico sobre la degeneración de Deborah Logan debido al Alzheimer y las dificultades de su hija como cuidadora se convierte en una representación escalofriante de la demencia en su forma más aterradora. A medida que el documental avanza, los eventos perturbadores empiezan a asediar a la familia y al equipo de filmación, revelando una malevolencia indescriptible que amenaza con despojar a todos de su cordura.

Deborah, una mujer llena de vida y recuerdos, se enfrenta a la cruda realidad de su enfermedad, mientras su hija, Sarah, lucha por apoyarla. La relación madre-hija se pone a prueba cuando lo que debería ser una exploración del Alzheimer se convierte en una vivencia aterradora. Los primeros signos de la enfermedad parecen inocentes, pero a medida que el equipo de filmación se adentra en la vida de Deborah, comienzan a ocurrir fenómenos inexplicables.

Desde sombras que se mueven en la casa hasta susurros en la oscuridad, el ambiente se vuelve cada vez más opresivo. Las cámaras que deberían capturar momentos de vulnerabilidad y amor ahora documentan una lucha por la supervivencia frente a un ser maligno que parece alimentarse del miedo. Los gritos de Deborah se convierten en una súplica por ayuda, pero sus palabras son atrapadas por la neblina de su mente enferma.

El equipo de filmación, inicialmente escéptico, pronto se ve arrastrado a un torbellino de terror y desesperación. A medida que intentan comprender lo que está ocurriendo, se dan cuenta de que no es solo una enfermedad la que asedia a Deborah, sino algo mucho más oscuro que se oculta en las esquinas de su hogar. Las tensiones aumentan, las relaciones se fracturan y el horror se cernirá no solo sobre Deborah y Sarah, sino sobre todos los que participan en el rodaje.

Mientras el relato avanza hacia un clímax inquietante, la lucha de Deborah se convierte en un símbolo de la batalla más amplia que enfrentan aquellos que sufren enfermedades dementes. Esta historia, que empieza como un viaje esperanzador hacia la comprensión, se transforma en una exploración escalofriante de los límites del miedo, la familia y la fragilidad de la mente humana.