El fin de los días

A finales del siglo XX, el Diablo decide visitar Nueva York en busca de una esposa. En este caótico y cargado ambiente de la ciudad, un ex-policía que ahora dirige una selecta empresa de seguridad se convierte en la única esperanza para enfrentar la oscuridad que se avecina.

El 28 de diciembre de 1999, los ciudadanos de Nueva York se preparan con entusiasmo para la llegada del nuevo milenio, pero la celebración se ve amenazada por un inminente apocalipsis. El Diablo, asumiendo el cuerpo de un hombre, tiene un único objetivo: encontrar a su elegida, una joven de 20 años llamada Christine York. La insidiosa plan del mal es que, si logra concebir un hijo con ella entre las 11:00 PM y la medianoche de la víspera de Año Nuevo, el mundo tal como lo conocemos llegará a su fin.

El protagonista, Jericho Cane, es un ex-policía que ha perdido toda fe en Dios luego de sufrir la brutal muerte de su esposa e hija. El dolor lo ha dejado atrapado en una espiral de cinismo y desesperación, alejado del principio de justicia que una vez abogó. Sin embargo, el regreso de fuerzas oscuras le ofrece una segunda oportunidad para redimirse. Jericho se ve forzado a confrontar no solo a Satanás, sino también a sus propios demonios internos.

Mientras la cuenta atrás hacia el nuevo milenio avanza, Jericho y su equipo se adentran en una peligrosa carrera contra el reloj. Amanecerá una batalla épica entre el bien y el mal. Sin embargo, lo que está en juego no solo es el futuro del mundo, sino también la posibilidad de que Jericho recupere su humanidad y su fe.

A medida que se desarrolla la historia, las tensiones aumentan. Jericho forma una conexión especial con Christine, lo que le hace cuestionar su propio sentido de propósito y la posibilidad de redención. Adicionalmente, el clima festivo de la ciudad contrasta bruscamente con la temática oscura de la trama, creando un ambiente electrizante y sobrecogedor.

Con cada twist inesperado, la narrativa nos recuerda que incluso en nuestros momentos más oscuros, siempre existe la posibilidad de luchar contra el destino y encontrar la luz dentro de la sombra. A medida que las campanas indiquen la llegada del nuevo milenio, los espectadores quedarán al borde de sus asientos ante la incertidumbre de lo que vendrá. La única pregunta que queda es, ¿podrá Jericho salvar a Christine y, a su vez, salvar al mundo?