La casa abierta

En LA CASA ABIERTO, Logan (Dylan Minnette) es un joven corredor con grandes aspiraciones, deseando alcanzar la gloria en el equipo de atletismo de su escuela secundaria. Sin embargo, su vida da un giro trágico cuando presencia cómo un conductor, cuyo corazón se detiene, atropella y mata a su padre en un aparcamiento. A raíz de esta devastadora pérdida, Logan y su madre, Naomi, se ven obligados a mudar su vida a la cabaña de montaña de la hermana de Naomi, ya que no pueden afrontar el alquiler de su hogar actual. Este refugio se convierte en una solución temporal mientras buscan un nuevo lugar donde vivir, siempre y cuando se alejen durante los días de «casa abierta» que los agentes inmobiliarios han programado para vender la propiedad.

Pero desde su llegada, empiezan a suceder eventos inquietantes dentro de la casa. Objetos que se mueven inexplicablemente de una habitación a otra, luces que parpadean sin razón aparente y el piloto de la calefacción que constantemente se apaga. La situación se complica aún más con la rareza de los agentes que intentan vender la vivienda de montaña y la extraña conducta de la vecina, Martha, así como el reparador que se presenta para arreglar la calefacción. La tensión aumenta cuando Logan y Naomi regresan a casa y encuentran la mesa del comedor iluminada con velas; un hallazgo que la policía descarta como simple comportamiento de adolescentes aburridos.

A medida que los sucesos sobrenaturales se intensifican, Logan se siente cada vez más abrumado por la situación, enfrentando no solo el luto por su padre, sino también el miedo a lo desconocido. Casi como si la casa misma avivara sus propios demonios, la madre e hijo están atrapados en un ciclo de terror que parece no tener fin. Su única esperanza es un nuevo amigo, Chris, un local dispuesto a permanecer con ellos y ayudarles a descifrar el misterio detrás de las actividades escalofriantes.

Mientras la familia intenta descubrir quién o qué está causando toda esta tensión en su nuevo hogar, también deben enfrentarse a la realidad de sus duelos y la fragilidad de su vínculo. Con cada paso que dan para resolver el misterio, se agravan sus miedos más profundos. En LA CASA ABIERTO, la búsqueda de la verdad se convierte en una carrera contra el tiempo, donde no solo su hogar está en juego, sino sus propias vidas.