Infiltrados en Clase

Un par de policías que no han alcanzado su potencial son enviados de regreso a la escuela secundaria local para infiltrarse y desmantelar una red de drogas sintéticas.

En 2005, Schmidt y Jenko son estudiantes de secundaria; uno es un nerd que destaca en el honor roll y el otro es un atleta popular que no se esfuerza demasiado. En 2012, ya son policías novatos, asignados a patrullas en bicicleta y con el deseo de hacer arrestos. Después de un grave error durante una operación, se les asigna la peligrosa misión de infiltrarse nuevamente en la escuela secundaria para encontrar el origen de una peligrosa droga sintética que ha comenzado a inundar los pasillos.

Ambos se confunden al mezclar sus nombres, lo que les lleva a la comedia y a la confusión. Schmidt termina en las clases más básicas, donde tiene que audicionar para el papel de Peter Pan, y en el proceso, se enamora de Wendy, una chica dulce y soñadora. Mientras tanto, Jenko queda en clases avanzadas, donde se une a un grupo de alumnos demasiado inteligentes que tienen metas académicas ambiciosas.

Este nuevo comienzo en la vida escolar no solo les trae risas y situaciones absurdas, sino que también despierta en Schmidt una serie de ilusiones de grandeza que amenazan con arruinar su misión. A lo largo de su viaje, ambos amigos deben aprender a equilibrar sus identidades y objetivos, a medida que previsiblemente se enfrentan a sus propios traumas del pasado y a su amistad, poniendo en riesgo tanto la misión como su vida.

La historia aborda temas de amistad, lealtad y las dificultades de crecer, mostrando la evolución de Schmidt y Jenko, quienes, a pesar de sus diferencias, deben apoyarse mutuamente para lograr su objetivo. Las dinámicas de su relación se convierten en el núcleo emocional de la trama, con momentos que provocan tanto carcajadas como reflexión. Encarnando el espíritu del “divertido descontrol”, la película promete una mezcla de acción, comedia y lecciones sobre la vida que resonarán en una audiencia contemporánea, haciéndolos recordar esas caóticas experiencias de ser un adolescente. En su intento de atrapar a los delincuentes, Schmidt y Jenko se enfrentan no solo a la adversidad externa, sino también a sus propios temores e inseguridades, creando un viaje inesperado lleno de giros cómicos y corazones que cautivarán a todos.