Ojos bien cerrados

Luego de una sorprendente confesión de su esposa, un prestigioso médico neoyorquino se sumerge en un espiral de caos emocional que lo lleva a una travesía surrealista por un mundo erótico oculto al que nunca había prestado atención. En el apogeo de su éxito profesional y con una vida aparentemente perfecta, su mundo se desmorona cuando su esposa revela un secreto que desafía todos sus valores y creencias.

Desplazándose por los lujosos y oscuros rincones de Nueva York, el doctor se ve obligado a confrontar no solo su matrimonio, sino también su propia identidad y deseos reprimidos. Lo que comienza como un simple desahogo se transforma en una insaciable búsqueda de entendimiento y autodescubrimiento. En su camino, se encuentra con una variada galería de personajes: desde seductores artistas hasta inesperados guías espirituales, cada uno de ellos contribuyendo a su fragmentado estado mental y emocional.

Al explorar este submundo vibrante y peligroso, el protagonista se enfrenta a sus fantasmas internos: su propia aversión a la vulnerabilidad, su miedo al rechazo y un insaciable deseo de controlar su vida. A medida que la noche avanza, las barreras entre el deseo y la realidad se desdibujan, llevándolo a experimentar una intensa serie de encuentros que desafían no solo sus límites físicos, sino también su comprensión de lo que significa amar y ser amado.

La narrativa profundiza en temas complejos como la infidelidad, la exploración de la sexualidad y la lucha por mantener una imagen pública en un mundo que está en completo descontrol. La trama se desarrolla en un formato de realismo mágico, donde lo cotidiano se mezcla con lo extraordinario, resaltando la lucha interna del protagonista por reconciliar su vida profesional con su creciente curiosidad y deseo por aventuras fuera de lo convencional.

El viaje nocturno del doctor no solo se convierte en una exploración de un mundo erótico, sino también en un espejo de su propia psique, reflejando sus miedos, anhelos y contradicciones. En una ciudad que nunca duerme, el tiempo parece desvanecerse mientras él se enfrenta a la dura realidad de sus decisiones y la fragilidad del amor. A medida que el amanecer se aproxima, las respuestas que busca se entrelazan con la revelación de que el verdadero viaje puede estar dentro de él mismo, en su capacidad de aceptar la imperfección y la complejidad de las relaciones humanas.