En la hierba alta

Después de escuchar el grito de auxilio de un niño perdido en la lejanía, una mujer embarazada, Valeria, y su hermano, Tomás, se adentran en un extenso campo de hierba que se extiende hasta donde alcanza la vista. Al principio, el paisaje parece ser un refugio de tranquilidad y belleza natural, pero pronto se convierte en un laberinto aterrador lleno de misterio y desesperación.

Valeria, una mujer fuerte y decidida, enfrenta la agonía de su embarazo y la incertidumbre de la situación. Su instinto maternal se despierta con el llamado del niño, impulsándola a seguir adelante a pesar de su creciente preocupación. Tomás, atento y protector, intenta mantener el equilibrio entre la urgencia de rescatar al niño y la necesidad de cuidar de su hermana. A medida que avanzan, la atmósfera se vuelve cada vez más opresiva. Los vientos susurran entre las espigas de hierba brillantes, y el sol, en un principio cálido, comienza a esconderse detrás de nubes amenazantes, reflejando el creciente sentido de claustrofobia.

A medida que se sumergen más en el campo, se encuentran con situaciones inquietantes que desafían su lazo fraternal y ponen a prueba su resolución. La búsqueda del niño se transforma en un viaje emocional profundo donde deben enfrentarse a sus propios miedos, remordimientos y secretos guardados. La comunicación entre ellos se convierte en una mezcla de esperanza y desespero, revelando la profundidad de la relación familiar y la fragilidad de la vida.

El campo, que al principio parecía ser un simple terreno, se presenta como un personaje en sí mismo, un protagonista silencioso que absorbe sus miedos y anhelos, desdibujando las líneas entre la realidad y lo sobrenatural. Empezarán a darse cuenta de que el lugar no solo es un laberinto físico, sino también un espejo que refleja sus luchas internas. Cada paso que dan parece llevarlos más lejos de la salida, mientras que el eco del grito se desvanece entre la vastedad del paisaje.

La historia se convierte en un tenso juego de supervivencia y redención, donde las decisiones que tomarán no solo determinarán su futuro, sino que también les desafiarán a cuestionar qué están dispuestos a sacrificar para salvar a un niño que representa la esperanza en medio de la oscuridad. A medida que sus fuerzas se agotan, se dan cuenta de que el verdadero horror puede no radicar en el campo en sí, sino en la lucha interna y las decisiones que deben tomar para sobrevivir.