Eerie

Cuando el suicidio de una estudiante estremece a un internado católico para chicas, la situación se convierte en un oscuro eco de secretos enterrados. La consejera, con habilidades clarividentes, se enfrenta a la pesada carga de su propia historia mientras se adentra en un pasado sombrío y abusivo de la institución. A medida que comienza a investigar, se ve empujada a recurrir a la presencia de un espíritu que la guía a través de los ecos de un tiempo en el que el miedo y la opresión reinaban en las paredes del convento.

Los eventos se desenvuelven en un contexto donde la tradición y la religión chocan con la realidad de los traumas ocultos. Las estudiantes, atrapadas entre la búsqueda de respuestas y el deseo de escapar de una atmósfera asfixiante, comienzan a manifestar sus propios demonios. La consejera no solo debe lidiar con el dolor de la joven que perdió la vida, sino también con su propia vulnerabilidad y el desafío de redescubrir el significado de la esperanza en un lugar que parece consumirla.

Cada encuentro con el fantasma revela detalles inquietantes sobre la cultura de silencio y represión que ha marcado a generaciones. A medida que se desentrañan secretos, se forma un nuevo lazo entre las estudiantes y la consejera, un vínculo de empatía que les dará la fuerza necesaria para confrontar su pasado. Las revelaciones exponen una red de abusos que han permanecido ocultos por años, y el peso de la verdad se convierte en una luz que, aunque dolorosa, puede llevar a la sanación.

Los personajes evolucionan en un entorno donde la fe y la duda se entrelazan, convirtiéndose en reflejos de la lucha interna entre la búsqueda de la verdad y el deseo de pertenencia. Juntas, las estudiantes y la consejera hacen frente a los fantasmas del pasado, pero también a sus propios temores y traumas. La narrativa del internado no es solo una historia de tragedia; es un viaje hacia la redención y la liberación, donde el amor y la amistad se convierten en fuerzas transformadoras en medio de la adversidad, y donde la memoria de la estudiante perdida sigue viva, como un recordatorio constante de la necesidad de luchar por la justicia y la verdad en un mundo que a menudo elige ignorarlas.