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Para evitar una toma de control corporativa, una incansable mujer de negocios decide contratar a un prometido falso con el fin de asegurar un contrato masivo de un prestigioso viñedo familiar. Esta historia gira en torno a Laura, una ejecutiva astuta y dedicada que ha dedicado su vida a escalar posiciones en una de las empresas más influyentes del sector vitivinícola. Sin embargo, su mundo se tambalea cuando escucha rumores de que una poderosa corporación está interesada en comprar el viñedo que su empresa ha estado tratando de ganar durante años.

Laura, conocida por su sinceridad y ética de trabajo, se encuentra atrapada entre la lucha de la competencia y la protección de su proyecto. La clave para ganar el contrato parece ser generar confianza y apelar al enfoque familiar del viñedo, que ha sido dirigido por generaciones de la misma familia. Para lograrlo, Laura decide que la mejor estrategia es presentar a un prometido ficticio que les muestre que es una persona de valores, comprometida con la familia y el legado, algo que resonará profundamente con los dueños del viñedo.

En su búsqueda, Laura contrata a Javier, un actor en apuros que necesita un trabajo y acepta entrar en este peculiar juego. Al principio, su relación es pura actuación, pero a medida que pasan tiempo juntos, surgen complicaciones emocionales. Javier le muestra a Laura una perspectiva más relajada sobre la vida y le enseña a disfrutar de los pequeños momentos que había olvidado en su apresurada carrera.

A medida que avanza la trama, Laura no solo lucha por mantener la farsa de su compromiso, sino que también comienza a cuestionar sus prioridades y el significado real del éxito. Las cenas familiares, las picnics en el viñedo y las catas de vino que organiza el equipo del viñedo se convierten en momentos de conexión genuina, donde Laura empieza a abrirse y a replantearse su vida.

Temas como el amor inesperado, la búsqueda de la autenticidad y la importancia de la familia surgen a lo largo de la narrativa. La relación entre Laura y Javier se convierte en el corazón de la historia, una mezcla de risas, malentendidos y momentos conmovedores que finalmente lleva a Laura a descubrir lo que realmente importa.

El clímax de la película se desarrolla en una gran cata de vinos donde Laura debe decidir entre seguir con su plan original o arriesgarse a ser ella misma. Esta elección crítica, cargada de emociones, la empuja a redefinir no solo el rumbo de su carrera, sino también su vida personal, llevándola a una nueva visión tanto del amor como del éxito.