Luna negra

Para escapar de una guerra de género, una chica huye a una granja remota y se convierte en parte de un estilo de vida inusual, quizás incluso sobrenatural, de una extensa familia. En un mundo dividido por un feroz conflicto entre hombres y mujeres, esta joven busca la salvación lejos de la violencia y la tensión social. Su viaje la lleva a un lugar secreto donde se encuentra con una familia peculiar que vive en armonía con un unicornio mágico.

La dinámica familiar está compuesta por una hermana, un hermano, varios niños y una anciana que, postrada en su cama, mantiene una conexión con el mundo exterior a través de una radio. Esta figura emblemática encarna el pasado y la sabiduría, proporcionando así un contraste significativo con la juventud y la desesperación de la protagonista. Cada miembro de la familia aporta su propia historia, rica en fantasía y simbolismo, lo que permite a la chica explorar temas de identidad, pertenencia y la búsqueda de la paz en tiempos de conflicto.

Mientras interactúa con sus nuevos «familiares», la joven comienza a descubrir un estilo de vida que desafía las normas impuestas por la guerra. La simple existencia diaria, llena de rituales y costumbres, la lleva a cuestionarse sobre su propia identidad y el significado de la guerra que dejó atrás. Las actividades cotidianas, desde la recolección de alimentos hasta los juegos infantiles, están imbuidas de un aire de magia y surrealismo, lo que transforma cada momento en una alegoría de la resistencia y la esperanza.

Los colores, las luces y las sombras que pinta el entorno natural se convierten en un reflejo del viaje interno de la protagonista, mientras que la presencia del unicornio simboliza la pureza y la posibilidad de un mundo mejor. A través de imágenes vívidas y situaciones oníricas, la historia florece en un crescendo de emociones. A medida que la chica se asienta en este nuevo hogar alternativo, se siente cada vez más atrapada entre el deseo de escapar de la realidad de la guerra y la atracción de una vida llena de fantasía y amor.

En este escenario cautivador, la película despliega una narrativa que aboga por la paz, la aceptación y la superación de las divisiones. Las imágenes en pantalla no solo cuentan una historia, sino que también invitan a una reflexión profunda sobre el futuro de las relaciones humanas en un mundo fracturado. Con un enfoque poético y visualmente asombroso, esta obra invita al espectador a un viaje de autoexploración y descubrimiento, donde la magia y la realidad se entrelazan en una danza eterna.