Las nubes de Sils Maria

Una estrella de cine se encuentra frente a un reflejo incómodo de sí misma mientras protagoniza un renacimiento de la obra que lanzó su carrera.

El primer gran éxito profesional de la famosa actriz francesa Maria Enders fue hace veinte años, cuando asumió el papel principal junto al escritor Wilhelm Melchoir en la obra y posterior película «Maloja Snake», quien la eligió personalmente en ese entonces, cuando era una desconocida. En dicha obra, Maria interpretaba a Sigrid, una joven de dieciocho años con una relación lésbica emocionalmente dependiente con Helena, una mujer de cuarenta años que atravesaba un momento vulnerable en su vida. Ahora, Maria se enfrenta a la propuesta de interpretar de nuevo a Helena en la próxima reposición de la obra en Londres, dirigida por Klaus Diesterweg. Sin embargo, decide rechazar el papel por diversas razones: está lidiando con un doloroso divorcio que la ha dejado en una etapa vulnerable de su vida; rememora el suicidio de Susan Rosenberg, la actriz original que encarnó a Helena, y que se dice que reflejaba lo que le sucede a su personaje; y las dolorosas memorias de la producción anterior, en la que tuvo un romance complicado con su coestrella, el mayor Henryk Wald.

Todo cambia cuando, de manera inesperada, Wilhelm fallece. Mientras se dirige al Festival de Cine de Zúrich para aceptar un premio en nombre del recluso Wilhelm, Maria reconsidera su decisión y acepta interpretar el papel de Helena. Sin embargo, a medida que se integra al proyecto, comienza a arrepentirse de su elección, especialmente por la interacción con Jo-Ann Ellis, quien a sus diecinueve años interpreta a Sigrid. Esta joven actriz, cuya vida en Hollywood va en picada, despierta en Maria una serie de sentimientos complicados y recuerdos que pensaba haber dejado atrás. Maria, que detesta el mundo digital y todos los rumores de Hollywood, se siente desconectada y atrapada.

Más desafiante aún, la reposición de la obra pone en entredicho su amistad y relación profesional con Valentine, su joven asistente personal estadounidense, con quien se aloja en el refugio de montaña de Wilhelm en Sils Maria, en los Alpes suizos. Mientras Maria se prepara para los ensayos y redescubre los temas de la obra, se ve obligada a confrontar sus propios miedos, inseguridades y la evolución de lo que significa ser una actriz en un mundo que parece haber cambiado drásticamente desde sus tiempos de gloria.