Caída libre

Un hombre ordinario, frustrado por las diversas fallas que observa en la sociedad, comienza a desquiciarse y a desquitarse violentamente contra ellas. En el día del cumpleaños de su hija, William «D-Fens» Foster, interpreta de manera cautivadora Michael Douglas, intenta llegar a la casa de su exesposa, que vive separada de él, para ver a su pequeña, Joey. Sin embargo, el caos del tráfico en Los Ángeles provoca que tenga un colapso emocional. Abandonando su coche atascado, decide caminar.

En su recorrido, se detiene en una tienda de conveniencia para conseguir algunas monedas y poder hacer una llamada telefónica, pero el dueño, el señor Lee, se niega a ayudarlo. Este desprecio es el catalizador que desata la furia reprimida de William. Sin pensarlo dos veces, toma un bate de béisbol y destroza la tienda, dejando a su paso un rastro de destrucción. Después, se retira a un lugar apartado para calmarse, pero el destino le tiene más sorpresas.

En su camino, es confrontado por dos pandilleros que lo amenazan. La ira de William se manifiesta nuevamente cuando, en un arranque de desesperación, golpea a los hombres con el bate. A medida que avanza por la ciudad, el caos lo rodea y las tensiones aumentan. Llega a una cabina telefónica, pero sus perseguidores no se detienen. Cuando lo acusan, se producen disparos y los pandilleros terminan estrellando su auto. A partir de ese momento, William se convierte en un símbolo de resistencia, tomando un bolso de gimnasio lleno de armas de los agresores y continuando su desenfrenada travesía por la injusticia y el sentimiento de impotencia que lo consume.

Mientras tanto, el sargento Martin Prendergast, interpretado por Robert Duvall, trabaja en su último día antes de su tan esperado retiro. Él sigue de cerca la ola de crímenes asociados a William, convencido de que hay un solo responsable. Sin embargo, sus compañeros detectives lo ignoran, subestimando tanto a William como a la intensa situación que está a punto de desatarse en la ciudad. A medida que la narrativa avanza, se exploran temas profundos como la alienación, la violencia que puede surgir de la frustración y los efectos catastróficos de no ser escuchado en una sociedad que parece impasible. Este viaje de William desafía no solo a los personajes que lo rodean, sino también a los propios espectadores, que se enfrentan a sus propios sentimientos sobre la justicia y la venganza.