Maté a mi madre

Una historia semi-autobiográfica sobre Hubert, un joven homosexual en conflicto con su madre.

El adolescente Hubert observa con desprecio a su madre, sintiendo que sólo puede ver sus suéteres de mal gusto y sus decoraciones kitsch. Detrás de estos aspectos superficiales que le resultan irritantes, se esconden los mecanismos de manipulación y culpa que sus padres han alimentado durante años. Esta relación amor-odio que lo obsesiona cada día más sumerge a Hubert en un torbellino de emociones y confusiones propias de la adolescencia. A medida que navega por este complicado mundo, se enfrenta a una serie de descubrimientos artísticos que le permiten explorar su identidad, experiencias ilícitas que desafían sus límites, y el anhelo de amistades profundas, así como las cicatrices de la ostracización social que marcan su camino.

A medida que avanza la trama, se destaca el tumultuoso vínculo entre madre e hijo, que se despliega con una combinación cautivadora de furia salvaje y un afecto que se derrite. Hubert se convierte en un espejo de las luchas que muchos jóvenes enfrentan al intentar reconciliar su verdadera identidad con la percepción que sus familias y sociedad tienen de ellos. La relación con su madre se convierte en un campo de batalla emocional donde el amor y el resentimiento coexisten, creando un paisaje emocional crudo y auténtico.

La dirección impactante de Xavier Dolan, un joven actor de solo 20 años, marca su debut en el cine con una visión que combina un estilo visual audaz con una narrativa íntima y visceral. La película captura a la perfección la esencia de la adolescencia, llena de inseguridades, descubrimientos y la búsqueda de aceptación personal. A través de diálogos afilados y escenas que desnudan la complejidad de las relaciones familiares, el filme invita a los espectadores a reflexionar sobre los vínculos que nos unen y nos separan.

La música, cuidadosamente seleccionada, complementa la experiencia emocional de Hubert, mientras el espectador se adentra en su mundo y experimenta junto a él las alegrías y tristezas que marcarán su camino hacia la autocomprensión. Este relato íntimo y personal destaca por su valentía y autenticidad, recordándonos que, a pesar de los conflictos, el amor puede encontrarse en los lugares más inesperados.