Si algo sucede, los amo

En este cortometraje galardonado con el Oscar, seguimos el desgarrador viaje de unos padres que, devastados por la pérdida de su hijo en un trágico tiroteo escolar, se encuentran atrapados en un vacío emocional que parece inquebrantable. A través de una narrativa profunda y conmovedora, el film explora el dolor irreparable que siente cualquiera que ha vivido la pérdida de un ser querido, especialmente en circunstancias tan dolorosas e incomprensibles.

Los protagonistas, Clara y Sergio, luchan por entender la nueva realidad a la que se enfrentan después de que su vida se viera interrumpida de manera abrupta. La historia nos lleva por un camino de recuerdos y reflexiones, donde la felicidad de su pasado se convierte en un eco distante que parece burlarse de su presente desolador. Cada rincón de su hogar, cada juguete olvidado, cada risa grabada en video se convierten en recordatorios punzantes de la vida que una vez tuvieron y que ahora se les ha arrebatado.

El viaje emocional de Clara y Sergio es complicado y lleno de altibajos. Se enfrentan a la culpa, la rabia y la desesperación, mientras intentan encontrar un camino hacia la aceptación. Momentos de desconsuelo profundo se entrelazan con destellos de esperanza. A través de los diálogos sinceros y las interacciones con otros miembros de la comunidad, se revela la complejidad del duelo y la manera en que este transforma las relaciones. La pareja debe enfrentarse no solo a su dolor, sino también a las expectativas de quienes los rodean, que intentan ofrecer consuelo pero a menudo generan más conflicto interno.

A medida que avanza la narrativa, se abordan temas universales como la resiliencia, la búsqueda de sentido en medio de la tragedia y el poder del amor para sanar. En este viaje, Clara y Sergio descubren que, aunque su hijo ya no esté físicamente presente, su esencia y las lecciones que dejó perduran en la memoria de quienes lo amaron. La historia invita a reflexionar sobre la importancia de la empatía en tiempos de sufrimiento y sobre cómo las comunidades pueden unirse para apoyar a los que han sufrido pérdidas inimaginables.

Con su poderosa representación del duelo y su capacidad para resonar en el espectador, este corto no solo es un tributo a la vida de un niño perdido, sino también un recordatorio conmovedor de la fortaleza de los lazos familiares y de la esperanza que puede surgir incluso en los momentos más oscuros.