Se manchan las arenas rojas

En medio de un apocalipsis zombie, una mujer problemática de Las Vegas con un oscuro pasado se encuentra varada en el desierto, perseguida por un zombie solitario y hambriento. La humanidad se enfrenta a su peor pesadilla, mientras una pandemia devastadora barre el planeta, dejando a su paso legiones de zombies recién animados y en descomposición. En este contexto sombrío, la escena se despliega en las ruinas de una Las Vegas desolada, donde Molly, una exótica bailarina que nunca estuvo preparada para enfrentar este nuevo mundo, lucha por sobrevivir.

Molly no es solo otra sobreviviente; tiene un pasado que la atormenta y la motiva a luchar con una determinación feroz. Sola en un desierto implacable, sus habilidades adquiridas en el escenario ahora parecen insuficientes en un paisaje donde la muerte puede acechar a cada paso. Sin embargo, Molly encuentra la fuerza para avanzar, impulsada no solo por el instinto de supervivencia, sino por un entendimiento más profundo de lo que significa realmente la vida y la lucha por sus seres queridos, a pesar de la incertidumbre de lo que queda de su humanidad.

Pero en esta ardua travesía no está completamente sola. La presencia de un zombie feroz, que se ha convertido en un imán de carne para su infame atractivo, añade una capa de tensión a la historia. Este predator implacable está determinado a saciar su hambre con los sabores intensos que solo Molly puede ofrecer. La relación entre ellos se convierte en una danza mortal, donde cada movimiento de Molly es seguido de cerca, y cada paso hacia adelante es un recordatorio constante de lo que está en juego.

La película explora temas de supervivencia, la lucha interna entre la vida y la muerte, y la búsqueda de identidad en un mundo devastado. A medida que Molly avanza, descubre no solo su fortaleza exterior, sino también su resiliencia emocional. Su viaje se convierte en un recorrido de autodescubrimiento, mientras se enfrenta a sus propios demonios y toma decisiones difíciles que determinarán su destino. La pregunta que queda en el aire es si, en un mundo tan cruel, los zombies algún día se cansarán de perseguirla, o si, por el contrario, el verdadero viaje está en aprender a enfrentar sus miedos más oscuros en el proceso de escapar de ellos.