Jack el Destripador

En el Londres de la era victoriana, el Inspector de la Policía de Scotland Yard, Frederick Abberline, se enfrenta a su propio demonio: el alcoholismo, mientras investiga los escalofriantes asesinatos de Jack el Destripador. A medida que profundiza en la investigación, Abberline se sumerge en un oscuro laberinto de conspiraciones que lo llevan hasta las esferas más altas de la sociedad, revelando secretos que podrían poner en peligro la propia corona.

Durante el último tramo de 1888, un infame asesino en serie conocido como Jack el Destripador aterroriza el East End de Londres, buscando como víctimas a prostitutas y asesinándolas de manera brutal. La violencia de estos crímenes despierta la indignación pública y desata el pánico en una ciudad ya marcada por la pobreza y la desesperación. La prensa sensacionalista alimenta el morbo alrededor de estos crímenes, mientras que la policía lucha por dar con el responsable. En medio de este caos social, el Jefe Inspector Abberline recibe el encargo de resolver el caso, solo para descubrir que se enfrenta a algo mucho más complicado que un simple asesinato.

La narrativa se entrelaza con la vida personal de Abberline, quien lucha constantemente con su adicción al alcohol, una lucha que se siente aún más intensa a medida que la presión por resolver el caso aumenta. A menudo se encuentra en un estado de confusión, atrapado entre la realidad y sus visiones, lo que complica su proceso de investigación. Sin embargo, su tenacidad y su aguda intuición lo llevan a desenterrar pistas que nadie más ha advertido, iniciando un viaje que no solo lo confronta con el asesino, sino también con su propio drama interno.

A medida que avanza la trama, las conexiones entre los asesinatos y una conspiración más amplia se hacen evidentes, revelando que las fuerzas en juego son más poderosas y peligrosas de lo que Abberline había imaginado. El misterio se adentra en un terreno que toca a altos funcionarios del gobierno y personajes de la realeza, sugiriendo que los crímenes pueden estar relacionados con un encubrimiento que amenaza con derribar la institución misma. Esta revelación lleva al espectador a cuestionar la moralidad y la justicia en una sociedad que se enfrenta a sus demonios. El film no solo narra una historia de crímenes infames, sino que también explora el precio de la verdad y la lucha por la redención personal en un mundo donde la oscuridad y la corrupción parecen dominar.