Lola Igna

Una anciana llamada Rosa lleva una vida tranquila en su pequeño pueblo. A sus 102 años, ha vivido momentos de alegría y dolor, pero siempre con una sonrisa en el rostro. Sin embargo, su vida apacible se ve interrumpida de manera sorprendente cuando un miembro de su familia descubre que ella podría tener la oportunidad de establecer un récord mundial como la abuela más longeva del mundo. La noticia se esparce rápidamente por el pueblo, generando un revuelo entre los vecinos y familiares.

Los hijos y nietos de Rosa, quienes siempre la han visto como el pilar de la familia, ahora se sienten motivados a aprovechar esta oportunidad única. Desde el principio, la emoción es palpable: los nietos empiezan a hacer carteles y organizar encuentros para celebrar su vida y la posibilidad de este récord. Los vecinos, que la han querido y respetado durante años, se involucran también, creando un ambiente de comunidad que Rosa nunca había imaginado. Cada esquina del pueblo se llena de energía, y las historias sobre la vida y las hazañas de Rosa comienzan a ser compartidas.

A medida que avanza la trama, la película explora el legado de Rosa, sus recuerdos de tiempos pasados y lecciones de vida que ha transmitido a sus seres queridos. Recordamos cómo, durante su juventud, enfrentó guerras, cambios de la sociedad, y la pérdida de seres queridos. Estos flashbacks son momentos emotivos que añaden profundidad a su carácter, mostrando que la edad es solo un número y que cada experiencia vivida cuenta. Sus historias sirven de inspiración no solo para su familia, sino para toda la comunidad.

Sin embargo, el camino hacia el reconocimiento como la abuela más longeva no está exento de desafíos. Rosa, aunque emocionada por la atención, también comienza a sentir el peso de la presión y las expectativas. Atrapada entre el deseo de ser reconocida y su anhelo de vivir con simplicidad, la historia también se adentra en la conexión intergeneracional y en cómo el apoyo y el amor de una familia pueden superar cualquier obstáculo.

En medio de celebraciones y eventos, Rosa descubre el valor de no solo alcanzar un récord, sino de lo que realmente significa ser una abuela a lo largo de las generaciones. A través de risas, lágrimas, y el calor del hogar, esta conmovedora historia nos recuerda que la vida está llena de sorpresas, y que cada día vivido es un regalo, sin importar la edad. Al final, la verdadera victoria radica en el amor y la unión familiar, en una vida bien vivida que trasciende el tiempo.