Mi nombre es Khan

Rizwan Khan es un inmigrante musulmán en Estados Unidos que vive con el síndrome de Asperger, una forma de autismo de alto funcionamiento que dificulta la interacción social. Proveniente de Borivali, un distrito de Mumbai, Rizwan lleva una vida marcada por encuentros y desafíos que reflejan su perspectiva única del mundo. Tras mudarse a San Francisco, se enamora de Mandira, una madre soltera hindú, con quien forma una familia. Su amor trasciende las barreras culturales y religiosas, mostrando cómo el entendimiento y la empatía pueden unir a las personas a pesar de sus diferencias.

Sin embargo, su vida da un giro brusco después de los ataques del 11 de septiembre. La atmósfera de desconfianza y temor que inunda a Estados Unidos lleva a que Rizwan, en un momento de vulnerabilidad, sea detenido por las autoridades en el aeropuerto de Los Ángeles. Su discapacidad es malinterpretada como un comportamiento sospechoso, lo que lo lleva a una serie de eventos que pondrán a prueba su resistencia y su fe. Durante su detención, Rizwan conoce a Radha, una terapeuta que lo ayuda a comprender mejor su situación, así como a manejar su trastorno. A través de esta relación, Rizwan comienza a explorar su identidad y la complejidad de sus emociones en un mundo que frecuentemente lo juzga por su condición.

A medida que se desarrollan los acontecimientos, la relación con Mandira se tensa, generando una profunda tragedia personal que profundiza el sentido de pérdida y búsqueda de Rizwan. Motivado por un deseo inquebrantable de limpiar su nombre y demostrar su inocencia, emprende una odisea a lo largo de los Estados Unidos, con el objetivo de reunirse con el presidente Bush. Este viaje no es solo físico, sino también emocional, ya que Rizwan enfrenta una serie de retos que le permiten crecer y descubrir la profundidad de su propia humanidad.

La historia de Rizwan no solo aborda temas de prejuicio y discriminación, sino también la perseverancia, la redención y el poder del amor. Su travesía se convierte en un relato inspirador de lucha y esperanza, resaltando la capacidad del ser humano para superar adversidades y encontrar un sentido de pertenencia y paz en un mundo tumultuoso. Es un viaje conmovedor que invita a la reflexión sobre la empatía en la sociedad moderna y los puentes que nos conectan más allá de las diferencias.