La noche de los muertos vivientes

Un grupo dispar de habitantes de Pennsylvania se atrinchera en una antigua granja para protegerse de una horda de ghouls devoradores de carne que asola el Noreste de los Estados Unidos. Entre ellos están Barbra y Johnny, quienes visitan la tumba de su padre en un cementerio remoto. Mientras están allí, son atacados de repente por un grupo de zombis. Barbra logra escapar y se refugia en lo que parece ser una granja abandonada. Pronto se une a ella Ben, un viajero que se detuvo en la casa en busca de gasolina. Rodeados por los muertos vivientes que vagan por los alrededores, Ben intenta asegurar puertas y ventanas lo mejor que puede.

La atmósfera se vuelve tensa a medida que los noticieros informan de que criaturas están volviendo a la vida en todas partes, creando un clima de desesperación y caos. Barbra y Ben se sorprenden al descubrir que hay otras cinco personas ocultas en el sótano: Harry, Helen y su hija Karen Cooper, junto a una joven pareja, Tom y Judy. Las diferencias de opinión surgen casi de inmediato, con Harry Cooper intentando hacerse cargo de la situación y liderar el grupo, lo cual provoca fricciones entre los sobrevivientes.

Mientras el peligro exterior aumenta y las sombras de los zombis se proyectan cada vez más cerca, las tensiones dentro de la casa se intensifican. La naturaleza agresiva de Harry se enfrenta a la postura más tranquila y reflexiva de Ben, creando un conflicto en el que cada personaje se ve obligado a elegir un bando. Cada decisión que toman tiene consecuencias devastadoras, y conforme avanza la noche, la incertidumbre y el miedo se apoderan del grupo, erosionando la ya frágil moral.

La situación se agrava cuando recibiendo informes de la creciente horda que asedia su refugio, deben enfrentar no solo a los zombis, sino también sus propios conflictos internos. La lucha por la supervivencia se convierte en un microcosmos de la sociedad, revelando las dinámicas de poder, el egoísmo y la solidaridad en momentos de crisis. En el transcurso de la noche, cada uno deberá confrontar sus miedos y encontrar su lugar en una lucha a vida o muerte, donde los verdaderos monstruos pueden no ser solo aquellos que caminan en busca de carne, sino también aquellos que nos rodean en nuestros momentos más vulnerables. Con cada segundo que pasa, su esperanza de sobrevivir se desmorona, dejando al grupo en un estado de constante tensión y desesperación.