Pasión de los sentidos

Un thriller psicológico romántico donde la fantasía y la realidad se vuelven indistinguibles para una mujer que lleva una doble vida en sus sueños. Marty, interpretada por Demi Moore, es una poderosa agente literaria soltera en Manhattan, mientras que Marie es una viuda que lleva una vida tranquila en Provenza, Francia, con sus dos hijas. Cada vez que Marie se duerme, sueña que es Marty, y cuando Marty cierra los ojos, se convierte en Marie. Esta conexión onírica entre las dos mujeres las lleva a una exploración intensa de sus deseos y frustraciones más profundas.

Marty está lidiando con la confusión generada por sus vívidos sueños de la vida de Marie, lo que la lleva a buscar ayuda en un psiquiatra de Nueva York, el Dr. Peters. Él diagnostica que su vida ajetreada la ha dejado sola y anhelante de una vida más simple y familiar. En contraste, la calma de Marie frente a sus sueños revela que busca algo más emocionante que la monotonía de su existencia en Francia. Ella también visita a su propio psiquiatra, el Dr. Langer, y confiesa sus inquietudes a su amiga Jessie, pero parece aceptar su vida onírica con más tranquilidad.

El destino de ambas mujeres cambia cuando Marty, a través de un negocio, conoce a Aaron, un contador interpretado por William Fichtner. La amistad entre ellos se transforma en un romance, pero la intensidad de los sueños de Marty le crea gran ansiedad. Temiendo que estos sueños la lleven a la locura, vacila en compartir su compleja vida con Aaron. Mientras tanto, Marie encuentra el amor en William, un escritor encarnado por Stellan Skarsgård, pero la imposibilidad de revelar sus sueños la atormenta, sobre todo porque, como Marty, está también enamorada de Aaron.

Las reacciones de los hombres son dispares: William se siente celoso y frustrado, mientras que Aaron, aunque escéptico, apoyará a Marty, deseando que encuentre su felicidad. A medida que las dos realidades comienzan a entrelazarse, una escapada a París lleva a Marie a descubrir un cenicero de hotel en la mesita de noche de Marty, un símbolo claro de la intersección entre sus vidas.

En un viaje de autodescubrimiento, Marty y Marie deberán enfrentar la dura realidad y decidir qué vida es auténtica y cuál es una ilusión. A lo largo de este recorrido, ambas encuentran pistas de la vida de la otra en sus respectivos mundos, pero siempre con la certeza de que lo tangible reside en Nueva York. Marty se da cuenta de que su vida en Nueva York es verdadera, mientras que su existencia en Francia es solo un sueño, donde las hijas de Marie representan su propia infancia y el vínculo con su madre fallecida. Para acercarse a Aaron, Marty le entrega sus diarios, buscando la comprensión que parece eludirse en la confusión de su doble vida.