Oraciones por Bobby

La historia real de Mary Griffith, una luchadora por los derechos de los homosexuales, cuyo hijo adolescente se suicidó debido a su intolerancia religiosa. Basada en el libro del mismo título escrito por Leroy Aarons.

En «Oraciones por Bobby,» Mary Griffith, interpretada por Sigourney Weaver, es una cristiana devota que educa a sus hijos bajo las estrictas enseñanzas de la Iglesia Presbiteriana. Su vida da un giro inesperado cuando su hijo Bobby, interpretado por Ryan Kelley, comparte con su hermano mayor su incertidumbre sobre su orientación sexual. Al enterarse del secreto de su hijo, Mary entra en una especie de crisis que afecta a toda la familia. Mientras el padre de Bobby y sus hermanos comienzan a aceptar su homosexualidad, Mary está convencida de que Dios puede curar lo que ella considera un ‘pecado’. Su enfoque se centra en persuadir a Bobby para que rece más y busque consuelo en las actividades de la iglesia, con la esperanza de que esto lo cambie.

Desesperado por el amor y la aprobación de su madre, Bobby acepta someterse a las exigencias de Mary. Sin embargo, a medida que la desaprobación de la iglesia hacia la homosexualidad se hace más evidente, Bobby se siente cada vez más aislado y deprimido. La culpa por el dolor que siente que causa a su madre lo lleva a tomar la drástica decisión de alejarse de casa, aunque guarda la esperanza de que un día ella lo aceptará.

Su depresión y auto-desprecio se intensifican, ya que se siente incapaz de ser el ‘hijo perfecto’ que Mary desea, llevándolo a un trágico desenlace. Ante esta devastadora pérdida, Mary empieza a cuestionar su fe; su pastor no le proporciona respuestas satisfactorias sobre su duelo. A lo largo de su largo y emotivo viaje, Mary comienza a acercarse a la comunidad LGBTQ+ y se lleva una grata sorpresa al encontrar apoyo en un lugar inesperado.

La película, que toca temas profundos como la intolerancia religiosa, el amor familiar y la búsqueda de comprensión (o más bien, la falta de ella), muestra el viaje transformador de Mary, quien se convierte en un símbolo de lucha y aceptación. «Oraciones por Bobby» es, en última instancia, un tributo a la resiliencia del espíritu humano frente a la adversidad y un llamado a la empatía y la comprensión entre todos.