Mujer bonita

Edward, un adinerado empresario, decide contratar a Vivian, una prostituta, para que lo acompañe a varios eventos sociales. La situación se complica cuando Edward se enamora de ella y ambos intentan superar las barreras que los separan.

Con un estilo de vida deslumbrante y un atractivo irresistible, Edward Lewis parece tener el mundo a sus pies. A pesar de su riqueza y encanto, su vida amorosa está marcada por la soledad y el desinterés hacia sus parejas, quienes siempre han sentido que él prioriza su trabajo como ‘corporate raider’ sobre su relación. Con 10 años de colaboración con su abogado y cómplice, Philip Stuckey, Edward se encuentra en Beverly Hills en busca de una mujer que lo acompañe mientras él y Philip tratan de tomar el control de una empresa que pertenece a James Morse, cada vez más en problemas financieros. En un giro inesperado, tras un encuentro fortuito, decide contratar a Vivian Ward, una joven que trabaja en Hollywood Boulevard, como su acompañante durante una semana.

A primera vista, la elección de una escort parece lógica para Edward: una profesional que no arrastra los complicados lazos emocionales de una relación convencional. Sin embargo, lo que empieza como un acuerdo transaccional se transforma en algo más profundo cuando Edward descubre en Vivian algo inesperado: una chispa de autenticidad que la aparta de la imagen estereotipada de una trabajadora sexual. Aunque relativamente nueva en Los Ángeles y en su trabajo, Vivian debe adaptarse a los altos estándares de la élite social, mientras Edward, además de proporcionarle dinero, la deja a su aire en este proceso.

La transformación de Vivian es orquestada por Barney Thompson, el gerente del lujoso Beverly Wilshire Hotel, donde se hospeda Edward. Barney navega la delgada frontera entre satisfacer a los clientes acomodados del hotel y mantener el prestigio del lugar, que no incluye a personas que buscan habitaciones por horas. A medida que Barney y su equipo ayudan a Vivian a convertirse en una especie de Cenicienta moderna, surge la gran pregunta: ¿podrá Vivian regresar a su antigua vida en Hollywood Boulevard? ¿Y encontrará a su Príncipe Azul en Edward, o será solo una ilusión pasajera en un mundo donde los sueños y la realidad a menudo chocan?

El relato explora temas de amor, clase social y la búsqueda de identidad, mostrando los contrastes entre la superficialidad del dinero y la profundidad de las conexiones humanas genuinas.