Vacaciones en Roma

Una princesa aburrida y protegida escapa de sus tutores y se enamora de un periodista estadounidense en Roma. Joe Bradley es un reportero del Servicio de Noticias Americano en Roma, un trabajo que no le apasiona ya que preferiría trabajar para lo que considera una verdadera agencia de noticias en su país. Está al borde del despido cuando, tras quedase dormido y ser sorprendido en una mentira por su jefe Hennessy, se pierde una entrevista con Su Alteza Real la Princesa Ann, quien se encuentra en una gira de buena voluntad por Europa y Roma es solo su última parada. Sin embargo, cree haber encontrado una gran primicia. La Princesa Ann ha cancelado oficialmente todos sus compromisos en Roma debido a una enfermedad. En realidad, reconoce la fotografía de ella como la joven, bien pero simplemente vestida, que él rescató de la calle la noche anterior (ya que no quería entregarla a la policía por ser una vagabunda) y que todavía está en su pequeño apartamento, durmiendo la resaca. Lo que Joe no sabe es que ella realmente está recuperándose de los efectos de un sedante que le administró su médico para calmarla tras un ataque de ansiedad, provocado por su aborrecida vida regimentada donde no tiene libertad y siempre debe decir y hacer lo políticamente correcto, en lugar de expresar lo que realmente piensa o siente. Al ansiar un poco de libertad, aprovechó una oportunidad para escapar del palacio real donde se alojaba, aunque no llevaba dinero en los bolsillos.

Joe cree que puede conseguir una exclusiva entrevista con ella sin que ella siquiera sepa que es un periodista o que la está entrevistando. A medida que Joe acompaña a «Anya Smith», el nombre que ella le dice para ocultar su verdadera identidad, por las calles de Roma en su día de libertad, un tanto ajeno a que los servicios secretos la están buscando, también los acompaña Irving Radovich, su amigo fotógrafo, a quien Joe ha encargado que tome fotografías de manera clandestina para ilustrar la historia. A medida que avanza el día, Joe y Ann comienzan a enamorarse lentamente el uno del otro. Sus sentimientos mutuos afectan las decisiones que ambos deben tomar: Ann respecto a sus deberes reales y Joe acerca de la historia que debe cubrir. Con cada momento que pasan juntos, se plantean si existe un futuro para ellos, enfrentándose a las presiones de sus respectivas vidas. La historia se convierte en un viaje emocional repleto de risas, aventuras y la búsqueda de la libertad personal, todo mientras el romántico trasfondo de Roma les envuelve.