Severino

Severino regresa a su tribu, los Manzeneros, que habitan en los bordes de los Andes argentinos, después de haber estado ausente durante una década. Su intención es llevarse a su hermano menor hacia el norte, pero se encuentra con una serie de problemas en su aldea natal. Su padre, Raymundo, ha sido encontrado muerto tras haber seguido la pista de una banda de bandidos que robaban ganado tanto a indígenas como a colonos. Este trágico descubrimiento lo sumerge en la angustia y la confusión, y revela que una empresa de cría de ovejas está detrás de esta actividad criminal. La compañía busca desalojar a los indígenas y colonos de las tierras fértiles para poder adquirirlas a bajo costo.

Ante esta situación, Severino decide quedarse en su pueblo para defenderlo, pero también porque ha desarrollado un profundo amor por Maruja, la nieta del viejo jefe Nicolás, quien se siente lleno de rencor hacia los colonos. Nicolás, fiel a su carácter combativo, clama por la guerra contra los colonos, y la tensión entre ambos grupos se intensifica. Severino, atrapado entre su lealtad a su familia y su deseo de paz, intenta mediar entre las partes hostiles, buscando un camino que favorezca tanto a su gente como a aquellos que desean vivir en armonía.

Con sus propios ahorros, Severino compra las tierras que alguna vez pertenecieron legítimamente a los indígenas, lo que no solo le gana el apoyo de varios miembros de su tribu, sino que también logra desmascarar a los bandidos que han estado sembrando la discordia entre los blancos y los indígenas. Sin embargo, las impetuosas convicciones del jefe Nicolás no se desvanecen fácilmente, y lo ve como un traidor que merece la muerte por sus acciones. Esto coloca a Severino en una peligrosa posición, enfrentándose a su propia gente en un momento crítico.

Mientras la comunidad se polariza en torno a la figura de Severino, Maruja se ve forzada a tomar medidas drásticas para salvar la vida de su amado; su amor se convierte en un símbolo de esperanza en medio de la adversidad. La lucha no solo es por la tierra, sino por la identidad y la dignidad de los Manzeneros. Esta conmovedora historia aborda temas de lealtad, el conflicto entre tradición y modernidad, y la búsqueda de la paz en un mundo dominado por la violencia y la avaricia, convirtiendo la vida de Severino en una narración universal de resistencia y amor.