Seis días, siete noches

Robin Monroe, una editora de revistas en Nueva York, se ve obligada a dejar de lado su aversión hacia el rudo piloto Quinn Harris cuando ambos se encuentran aislados tras un aterrizaje forzoso en una isla desierta del Sur del Pacífico. Decidida a disfrutar de unas vacaciones tropicales con su novio, una ambiciosa y decidida joven neoyorquina acepta cubrir un reportaje en una isla vecina para ayudar a su revista. El único avión disponible es pilotado por Quinn, un bebedor empedernido que tiene fama de ser gruñón y con quien Robin ya ha tenido varios enfrentamientos verbales.

A pesar de que sus personalidades parecen chocar en cada ocasión, Robin se siente atrapada, ya que no tiene otra opción que abordar el avión. Quinn, por su lado, está más interesado en el dinero que en los problemas de relación. Sin embargo, el vuelo toma un giro inesperado cuando un accidente aéreo los deja varados en una isla tropical deshabitada. Al principio, ambos se encuentran furiosos y desilusionados, lamentando la falta de soluciones más sencillas.

Con poca comida, escasa agua y la realidad de que la ayuda puede no llegar pronto, la dinámica entre ellos comienza a cambiar. A medida que los días pasan, la desesperación da paso a la cooperación. Robin, acostumbrada a la vida citadina, debe aprender a sobrevivir en un entorno hostil, mientras que Quinn, con su experiencia en la naturaleza, se convierte en su guía inesperado. La tensión inicial entre ellos se transforma lentamente en camaradería, y pronto comienzan a descubrir la verdadera esencia del otro, dejando atrás las impresiones superficiales que inicialmente los llevaron a repelerse.

El contraste entre sus mundos se torna evidente: Robin, con su vida perfectamente organizada, y Quinn, un espíritu libre que vive al día. Sin embargo, la adversidad que enfrentan en la isla les permite crecer juntos. Mientras buscan formas de mantenerse a salvo y encontrar un camino de regreso a casa, la chispa que enciende su relación romántica comienza a iluminar el entorno opaco que los rodea.

A medida que aprenden a confiar el uno en el otro y a apreciar las diferencias que una vez fueron motivo de desdén, Robin y Quinn se embarcan en un viaje de autodescubrimiento y amor. En esta isla desierta, donde las circunstancias los han empujado a sus límites, ambos tendrán que confrontar no solo sus miedos, sino también las posibilidades de un futuro que nunca imaginaron.