Asesinos de mesa

Cuando Buddy Israel, un artista de Las Vegas convertido en informante, decide testificar contra la mafia, se desata una peligrosa competencia entre aquellos que quieren asegurarse de que no viva para contar su historia. Buddy, un mago poco ético conocido como «Aces», se convierte en el objetivo de un contrato millonario puesto por el temido jefe de la mafia, Primo Sparazza. Este despiadado delincuente no está dispuesto a dejar que un traidor arruine sus operaciones en Las Vegas, y la ciudad pronto se convierte en un caldo de cultivo para la traición y la ambición.

El FBI, al darse cuenta de la oportunidad que representa Buddy, decide ponerlo bajo custodia protectora. Dos agentes, con enfoques contrastantes y personalidades chocantes, son asignados a cuidar de Aces en su escondite en Lake Tahoe. Mientras el dúo intenta mantener a Buddy a salvo, la noticia del precio sobre su cabeza se esparce como fuego en la comunidad de exconvictos y criminales en potencia. Esto provoca la llegada de cazarrecompensas, matones a sueldo, seductoras letales y mafiosos traicioneros, todos ansiosos por ser los primeros en cobrar el jugoso contrato que pesa sobre Aces.

A lo largo de su tiempo en el refugio, Buddy pasa de ser un simple artista con sueños de grandeza a un hombre despojado de ilusiones, enfrentándose a su pasado y a las consecuencias de sus decisiones. La serie resulta ser un juego de ingenio y supervivencia en el que Aces deberá encontrar su camino entre la confusión de lealtades, traiciones y una serie de desventuras inesperadas. La tensión se incrementa a medida que la persecución se hace cada vez más intensa, creando un sentido palpable de urgencia.

El choque de personalidades entre los dos agentes de protección agrega un matiz cómico a la historia, contrastando la seriedad de la amenaza que enfrenta Aces con la necedad y torpeza que a menudo demuestran. Los temas de traición, redención y la lucha por sobrevivir entre un mundo criminal se entrelazan para formar una narrativa cautivadora y emocionante. Al mismo tiempo, las escenas de acción se mezclan con momentos de humor, creando un equilibrio perfecto que mantendrá a la audiencia al borde de sus asientos. Con cada revés y cada encuentro inesperado, la historia de Buddy Israel se convierte en una montaña rusa de emociones y sorpresas.