Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera

Un niño es criado por un monje budista en un templo flotante aislado, donde los años transcurren como las estaciones. En medio de la naturaleza salvaje de Corea, un maestro budista cuida de un joven con paciencia, guiándolo hacia un crecimiento lleno de sabiduría y compasión a través de experiencias profundas y ejercicios interminables que desafían su comprensión del mundo.

A medida que el niño crece, descubre su propia sexualidad, un momento que desestabiliza su dedicación a la vida contemplativa que su maestro ha cultivado en él. Este primer amor, intenso y atrapante, lo lleva a un camino lleno de pasión que se aleja de los principios que ha aprendido en el templo. Al enfrentarse a la complejidad de las relaciones modernas y los deseos humanos, se siente perdido y abrumado, incapaz de adaptarse a la vida contemporánea, que contrasta drásticamente con la simplicidad y la calma de su educación.

Su desenfreno lo lleva a cometer un crimen pasional, un acto que lo sumerge en un vacío de desesperación y culpabilidad. Después de una breve estancia en prisión, el protagonista se da cuenta de que su búsqueda de amor y felicidad ha resultado en un sufrimiento que va más allá de las cadenas físicas de la prisión. Este desasosiego lo empuja de regreso al templo, donde el maestro, con su sabiduría y comprensión profunda, le ofrece una segunda oportunidad para encontrar la redención espiritual.

El viaje de este joven reflexiona sobre los retos de la juventud, la lucha entre el deseo y la espiritualidad, y la búsqueda del equilibrio en un mundo cambiante. A través de su proceso de reconciliación con su karma, el protagonista aprende que el verdadero camino hacia la paz interior no solo se encuentra en la renuncia, sino también en la aceptación de sus propias imperfecciones. La historia explora temas universales de amor, sufrimiento y la lucha por encontrarse a uno mismo en un mundo lleno de distracciones y tentaciones.

Mientras el protagonista enfrenta el alto precio de la catarsis física y emocional, el espectador es testigo de un viaje transformador que cuestiona las normas de la modernidad y el significado del verdadero propósito en la vida. Esta narrativa profunda y conmovedora invita a los espectadores a reflexionar sobre sus propios caminos hacia la realización y la conexión con su ser interior.