Siempre Alice

Alice Howland es una reconocida profesora de lingüística que ha dedicado su vida a la investigación y a la enseñanza, logrando un equilibrio perfecto entre su exitosa carrera y su feliz matrimonio con John, un científico, además de ser madre de tres hijos adultos. La vida parece ir perfecta para Alice, pero esto comienza a desmoronarse cuando empieza a experimentar extraños episodios de confusión verbal y dificultades para recordar palabras simples. Su preocupación se intensifica cuando estos lapsos se vuelven más frecuentes y se extienden a olvidar eventos y personas significativas.

Cuando finalmente se somete a un diagnóstico médico, el veredicto llega como un rayo: Alzheimer de inicio temprano. Esta devastadora noticia no solo afecta a Alice, sino que sacude los cimientos de su familia. A medida que el diagnóstico inquietante se convierte en una realidad implacable, cada miembro de la familia enfrenta su propia lucha. John, que intenta ser el pilar de apoyo, lucha con el sentimiento de impotencia ante la enfermedad de su esposa. Sus hijos, por otro lado, experimentan una mezcla de amor y dolor al observar cómo su madre, con la que compartieron innumerables recuerdos, comienza a alejarse de ellos.

A medida que avanza la historia, Alice se embarca en una lucha personal por mantener su identidad y los lazos con sus seres queridos. La narrativa se adentra en su viaje para encontrar formas de combatir el deterioro que le roba sus recuerdos, mientras al mismo tiempo busca momentos de claridad y conexión con su familia. En este camino, Alice enseña a sus seres queridos valores profundos sobre el amor, la resiliencia y la importancia de vivir el presente, incluso cuando el futuro se muestra incierto y aterrador.

A lo largo de sus vivencias, la serie también explora temas de la memoria, el significado de la vida y cómo las relaciones se redefinen ante la adversidad. El dolor de la pérdida progresiva se contrarresta con instantes de belleza y humanidad, a medida que Alice y su familia intentan construir nuevos recuerdos, mientras enfrentan la inevitable realidad del Alzheimer. En sus esfuerzos por encontrar la paz y la felicidad, Alice se convierte en un símbolo de esperanza, mostrando que incluso en medio de la tormenta, hay espacio para el amor y la conexión.