Subira

Mientras navega por la pérdida de un ser querido, un matrimonio arreglado y una mudanza a la gran ciudad, una joven se enfrenta a desafíos que ponen a prueba su determinación y su amor por la natación. En esta introspectiva historia, seguimos a Valeria, una apasionada nadadora que ha encontrado en el agua su refugio y su libertad. Desde pequeña, ha celebrado cada brazada como un acto de resistencia contra las expectativas familiares y culturales que la rodean.

La repentina muerte de su abuela, quien siempre la apoyó en sus sueños, deja a Valeria sumida en un mar de emociones. Este evento trágico no solo desencadena un duelo profundo, sino que también la empuja a reflexionar sobre su vida y sus elecciones. Su familia, profundamente arraigada en tradiciones, decide organizar un matrimonio para ella con Carlos, un joven que proviene de una familia respetable. Aunque Carlos es amable y comprensivo, Valeria siente que su futuro se está definiendo sin su consentimiento.

La mudanza a la ciudad es un nuevo comienzo, pero también una fuente de estrés. La vertiginosa vida urbana la absorbe, y entre el bullicio y las luces brillantes, lucha por encontrar su camino. Valeria comienza a asistir a una prestigiosa escuela de natación, donde se enfrentará a la dura competencia y también descubrirá el verdadero significado de la camaradería. Allí, forja relaciones con otros nadadores que comparten su amor por el deporte y su deseo de romper barreras. Estas amistades se convierten en un pilar fundamental en su vida, ayudándola a encontrar la fuerza para desafiar tanto a su familia como a las tradiciones que la encadenan.

A medida que se aproxima la fecha de su boda, Valeria se siente atrapada entre su deber familiar y sus aspiraciones personales. Este conflicto interno la empuja a cuestionar todo lo que creía sobre el amor y la libertad. A través de esta lucha constante, aprenderá a nadar contra la corriente y a defender su derecho a vivir la vida que elige. La historia de Valeria se convierte en un poderoso recordatorio de que, a veces, el mayor acto de valentía es simplemente ser fiel a uno mismo. En este viaje apasionante, el agua no solo simboliza la lucha por la libertad, sino también la vida misma, llena de giros inesperados y nuevas oportunidades.