El jefe de todo esto

Una empresa de tecnología de la información decide contratar a un actor para que asuma el papel de presidente de la compañía, con el objetivo de facilitar la venta del negocio a un iracundo islandés. El propietario de la firma, quien desde sus inicios había inventado un presidente ficticio para escudarse en decisiones impopulares, se encuentra en una encrucijada. La idea inicial de crear un alter ego para ocultar sus decisiones difíciles se convierte en una situación complicada cuando los posibles compradores exigen reunirse cara a cara con el «jefe».

En este contexto, el propietario se ve obligado a contratar a un actor fracasado, alguien que ha estado lidiando con la falta de oportunidades y la pérdida de su autoestima en el competitivo mundo del espectáculo. Al principio, el actor se siente emocionado por la oportunidad de desempeñar un papel relevante y una segunda oportunidad en su vida. Sin embargo, lo que comienza como un trabajo aparentemente sencillo se convierte en una compleja red de engaños y manipulaciones.

A medida que el actor asume el papel del presidente, se encuentra atrapado en un juego de poder donde su integridad personal es constantemente comprometida. A lo largo de la trama, se profundiza en su carácter y se exploran temas de moralidad, ambición y la lucha por la autenticidad en un mundo lleno de falsedades. Sus interacciones con el propietario, los compradores y otros personajes revelan las tensiones y dilemas que enfrentan cuando se lucha por el éxito y la aceptación.

El iracundo islandés resulta ser un personaje complicado, con sus propias motivaciones y una historia profunda que se entrelaza con la trama principal. La búsqueda de la verdad y la lucha por encontrar un propósito se convierten en el hilo conductor de la narrativa, desafiando a todos los involucrados a cuestionar sus propios valores y la naturaleza de sus decisiones.

A medida que la historia avanza, el actor confronta su propia falta de moral y se ve impulsado a tomar decisiones que redefinirán no solo su carrera, sino también su vida personal. La tensión creciente y los giros inesperados mantienen al espectador al borde de su asiento, mientras se explora el impacto del éxito y la pérdida en la vida de las personas. Con un poco de humor y mucha introspección, la película presenta un viaje fascinante a través de la ambición y las consecuencias de los actos que, en última instancia, definen quiénes somos.