La fuerza de uno

Una pequeña niña es secuestrada y asesinada en la jurisdicción del detective Yang Chun-dong, un tenaz luchador contra las pandillas que lleva tres años combatiendo el crimen organizado en su ciudad. Esta trágica y desgarradora pérdida cae bajo su responsabilidad, y pronto, el caso de la niña asesinada se convierte en su obsesión. A medida que investiga, Yang descubre que la escena del crimen guarda un inquietante vínculo con un extraño papel tapiz que una vez vio en la calle, un indicio que no puede ignorar.

Con la determinación de desentrañar la verdad, su búsqueda lo lleva a encontrar al pintor de ese papel tapiz, un joven llamado Joon. Al principio, cuando Yang intenta arrestar a Joon, descubre que el chico posee una habilidad extraordinaria: la psicometría, que le permite ver el pasado de un objeto o una persona tocándolos con su mano derecha. Por mucho tiempo, Joon ha vivido aislado, creyendo que su don es más una maldición que una bendición. A pesar de su habilidad única, ha intentado mantenerse al margen de la sociedad, evitando el contacto con otros, ya que la vida de un joven con un arma secreta puede ser tanto un regalo como una amenaza.

Sin embargo, la policía lo considera el principal sospechoso del asesinato de la niña, lo que complica aún más la situación. Pero el detective Yang no pierde la fe en Joon; está convencido de que es, de hecho, un testigo clave que podría ayudar a desenmascarar al verdadero asesino. Su relación se convierte en un juego de confianza y desconfianza, donde ambos se ven empujados al límite, adentrándose en un oscuro laberinto de secretos y traiciones.

Mientras avanza la investigación, estos dos personajes, tan diferentes y a la vez tan similares, deben enfrentarse a sus propios demonios. La lucha de Joon con su habilidad lo lleva a cuestionar su lugar en el mundo, mientras que Yang tiene que equilibrar su deseo de justicia con la verdad que se revela a través de los ojos de un joven traumatizado. En esta carrera contra el tiempo, ambos tendrán que trabajar juntos para capturar al verdadero perpetrador antes de que la tragedia vuelva a golpear, haciendo de su conexión una cuestión de vida o muerte.