El buen corazón

Un cantankeroso pero enfermo bartender toma bajo su ala a un amable joven sin hogar. Tras un intento de suicidio, Lucas, un joven sin techo en la ciudad de Nueva York, es acogido por Jacques, el gruñón propietario de un pequeño bar en el corazón de la ciudad. Jacques está en su quinto o sexto ataque al corazón y ha llegado al punto de pensar en su legado. En sus últimos días, desea que Lucas no solo sirva tragos, sino que también administre el bar tras su muerte.

El enfoque de Jacques hacia la vida es áspero y está dictado por un conjunto estricto de reglas: no ser amigable, no atender a quienes entran sin aviso, está prohibido cualquier tipo de comida, flores o velas, y cada noche, el efectivo debe ser guardado en el congelador. Estas normas son el reflejo de su carácter huraño y su resistencia a abrirse a los demás, pero detrás de esa fachada dura se encuentra un corazón que, a pesar de estar agotado por la vida, busca una especie de redención a través de la figura de Lucas.

Por otro lado, Lucas es un joven de buen corazón, un espíritu libre que, aun enfrentando sus propias batallas, encuentra valor en la bondad y la conexión con las personas. Generosamente, comparte lo poco que tiene, siempre dispuesto a escuchar y conversar con los clientes. Su naturaleza compasiva lo lleva a cruzarse con April, una joven francesa que ha fracasado en su sueño de ser asistente de vuelo y que entra al bar, temblando de frío. Ante su vulnerabilidad, Lucas no puede resistirse a ofrecerle un refugio, un acto que choca estrepitosamente con las enseñanzas de Jacques.

El bar, un microcosmos de la lucha humana, se convierte en un lugar de encuentro para personajes que buscan algo más que una copa. A medida que la tensión entre Lucas y Jacques aumenta, se desata un conflicto que pone de relieve temas de redención, amistad y el choque generacional. La llegada de April complicará aún más la ya tensa dinámica, obligando a Lucas a decidir entre seguir las estrictas reglas de Jacques o seguir su instinto humanitario.

La película toca fibras sensibles sobre la soledad, el deseo de pertenencia y la búsqueda de una razón para mantenerse en pie en un mundo que puede ser cruel. A través de momentos de risa, tristeza y esperanza, la historia de Lucas, Jacques y April se despliega mostrando que incluso en los lugares más oscuros, la luz de la conexión humana puede brillar intensamente.