La casa de las conejitas

Después de ser expulsada de la Mansión Playboy, Shelley Darlingson, una joven que había encontrado su lugar en el mundo rodeada de glamour y luces, se enfrenta a una nueva realidad. A sus 27 años, un límite inesperado la obliga a abandonar su vida de ensueño y buscar un nuevo propósito. Desesperada por encontrar un trabajo y un sentido de pertenencia, acepta el reto de convertirse en la madre de una hermandad universitaria repleta de chicas socialmente torpes que luchan por mantener su casa ante la amenaza de una hermandad rival.

La historia de Shelley se convierte en un viaje de autodescubrimiento y de redención. Desde sus humildes inicios en un orfanato, donde nunca se sintió verdaderamente amada ni aceptada, hasta su transformación en un ícono de belleza en la Mansión Playboy, su camino ha estado marcado por la búsqueda de una familia. Sin embargo, la vida en la universidad no es tan glamurosa como la que dejó atrás. La hermandad de las Zetas está al borde del colapso, y con solo unos meses para reunir a 30 nuevas integrantes, Shelley se embarca en una misión para traer vida y energía a sus nuevas pupilas.

Al llegar a la sororidad, Shelley descubre que estas chicas, aunque diferentes y torpes, son adorables a su manera. Tiene que encontrar el equilibrio entre sacarles el máximo partido y permitirles ser quienes realmente son. A través de una serie de estrategias ingeniosas y fiestas inolvidables, Shelley intenta hacer que la casa Zeta sea atractiva para los chicos, convencida de que la popularidad atraerá a las nuevas reclutas. No solo se convierte en una mentora para estas chicas, sino que también aborda sus propias inseguridades y el miedo a perder su propio sentido de identidad.

Los conflictos no tardan en aparecer, desde sabotajes por parte de la hermandad rival hasta las inseguridades de las chicas que empieza a querer como una familia. A medida que Shelley se adentra en su rol, se enfrenta a la encrucijada de vivir una vida superficial y enfocada en las apariencias, o abrazar la autenticidad y la conexión emocional con sus chicas. ¿Podrá Shelley salvar la hermandad y, en el proceso, encontrar su verdadera familia y hogar? Con momentos divertidos y de emoción, esta historia es un recordatorio de la importancia de la autenticidad, la amistad y de encontrar nuestro lugar en el mundo, sin importar cuán torpes o diferentes seamos.